Es muy posible que usted haya sentido algo especial delante de una estatua de un museo, Al estar frente a ella y de manera inesperada, ha sentido que estaba estableciendo una conexión espiritual con la obra, que ésta le decía “algo”.
(C&P) Ayer pasó el afilador por Torrejoncillo y hoy ha muerto un joven. Así son las leyendas creíbles: la musiquilla del afilador anuncia en los pueblos extremeños que al día siguiente habrá deceso. Torrejoncillo ha pasado la noche acongojado. ¿A quién le tocará esta vez? Pero hay alguien que no se acongoja. Es Juan Díaz Municio, el funerario local. He aquí un funerario rural que resiste las ofertas de compra de los grandes tanatorios y se queja de las mafias de la muerte.