A esta araña parece que le han añadido un "tampón", de los utilizados para estampar una firma en tinta, al final del abdomen. Cuando un ejemplar de Cyclocosmia truncata se refugia en su nido este disco se ajusta a la perfección a la forma circular de la madriguera. Esto hace muy difícil que la detecten sus depredadores. Este tipo de adaptación natural de crear barreras con el propio cuerpo se conoce como fragmosis, un término utilizado por primera vez en el siglo XX por W. M. Wheeler.