"Roberto" y "Antonio" eran apasionados del deporte y su ilusión, cuando apenas superaban la mayoría de edad, estaba en conseguir tener un cuerpo musculado y se dejaron tentar por las voces que les animaban a tomar esteroides. Hasta que aparecieron los efectos secundarios. Alopecia, acné, aumento de mamas, bultos en el pecho y serios problemas de erección, que provocaron que se replantearan su consumo. Sus amigos cambiaron, su familia no percibía que detrás de esos físicos esculturales se ocultaba una enfermedad, la vigorexia.