Coalición Prointernet es una apoyada por la Asopciación de Internautas, formada por medios de comunicación online, empresas, diversas asociaciones, agregadores de contenidos y particulares del sector digital que se oponen al ataque a Internet que pretende la reforma de Ley de Propiedad Intelectual (LPI) presentada por el gobierno español.

Las webs de crowdfunding piden cambios en la ley propuesta por el Gobierno Tras la tempestad, llega el momento del análisis. El Gobierno ha abierto un periodo de propuestas para ser incluidas en la ley que regulará el crowdfunding.

Si quieres excluir la aplicación de la LPI en tu sitio web cambia tu licencia a Reconocimiento 3.0 Unported (CC BY 3.0) expresando claramente la no autorización al cobro en tu nombre. No autorizo a ninguna Entidad de Derechos de Autor a reclamar cantidad alguna en mi nombre.

La mayor asociación de editores de prensa de España, en número de asociados rechaza el nuevo canon digital, critica el cerrojo a Internet y exige que el Parlamento escuche a todos los implicados.

Ni Mariano Rajoy ni Alfredo Pérez Rubalcaba tocaron asuntos como el IVA cultural, la Ley de Mecenazgo o la Ley de Propiedad Intelectual durante el Debate sobre el Estado de la Nación. Sólo CiU se refirió al IVA y al recorte presupuestario de las instituciones culturales catalanas. Izquierda Plural recordó que "las siete multinacionales de Internet pagaron poco más de un millón de euros a la Hacienda Pública el año pasado".

Más allá de lo que se ha escrito, la denominada “tasa Google” no sólo afectará a páginas como Menéame, también tendrá efectos perjudiciales sobre la calidad de la información periodística y sobre la capacidad de los pequeños medios para darse a conocer.

La aprobación el viernes 14 de febrero por el Consejo de Ministros del anteproyecto de ley que modifica la actual Ley de Propiedad Intelectual (LPI) y cambia la regulación de la copia privada aplicando un canon -hoy, ya proyecto de Ley al haber sido presentado por el Gobierno en el Congreso de los Diputados-, ha levantado una gran polvareda y desatado una fuerte polémica.

Desglose en clave de humor de la nueva Ley de Propiedad Intelectual por Sinergia sin Control.

"Lo que es evidente es que los buscadores, los buscador de internet, utilizan nuestras redes sin pagarnos nada, lo cual es una suerte para ellos y una desgracia para nosotros. Pero eso no puede continuar (...), eso va a cambiar, estoy convencido". Ya saben que el Gobierno planea imponer una tasa a los buscadores por indexar "fragmentos no significativos" de noticias. La sandez de Alierta, oficializada, aunque no en la dirección que él esperaba. Y digo sandez porque penalizar la indexación en internet es como hacerlo con las ruedas redondas...

Tira 366 de Sinergia sin Control

Por un abogado: Lo peor de todo es que el diseño de la ley es tan malo, que saltárselo es tan sencillo como poner un enlace y usar para indicar a qué dirige una descripción propia introducida por el usuario, que no incluya fragmentos del texto referenciado. De esta forma sería sencillo dejar en nada esta medida, puesto que el pago del derecho es por la inclusión de pequeños fragmentos junto al enlace. Si no están estos, no hay nada que pagar.

El último ha venido de la mano de la nueva Ley de Propiedad Intelectual, la cual obligará a los agregadores de contenidos en internet a pasar por la infame caja de las entidades de gestión de derechos –tipo Cedro o Sgae– para repartir la mordida entre los generadores de contenidos. O por expresarlo de un modo más clarificador: el gobierno, valiéndose de un lobista grupo de publicanos privatizados, esquilmará a Google por tener éxito para así sanear a los deficitarios medios de comunicación tradicionales por no tenerlo.

Menéame, el popular servicio español de agregación de contenidos, es noticia por partida doble. Por un lado, ha sido situado en la diana tras la aprobación del proyecto de reforma de la Ley de Propiedad Intelectual (LPI), que amenaza precisamente a los agregadores con tener que pagar por el material que reproduzcan y enlacen. No obstante, por otro lado, acaba de ganar una demanda interpuesta por un abogado que solicitaba una rectificación por una de sus entradas, que enlazaba a un post que el demandante consideraba ofensivo.

Menéame, el popular servicio español de agregación de contenidos, es noticia por partida doble. Por un lado, ha sido situado en la diana tras la aprobación del proyecto de reforma de la Ley de Propiedad Intelectual (LPI), que amenaza precisamente a los agregadores con tener que pagar por el material que reproduzcan y enlacen. No obstante, por otro lado, acaba de ganar una demanda interpuesta por un abogado que solicitaba una rectificación por una de sus entradas, que enlazaba a un post que el demandante consideraba ofensivo.

Conocemos los detalles de lo que el gobierno, de urgencia y con carácter provisional, pretende hacer con la propiedad intelectual en España. A mi juicio la gran beneficiada de esto es CEDRO (que fue la gran perjudicada en la reducción del canon digital), ya que se perfila como la entidad de gestión que se hará cargo de la recaudación y reparto de estos derechos.

"Ya no se pueden poner puertas al campo. Si la esencia de una red física es la existencia de nudos entre las cuerdas, la esencia de la red virtual, Internet, es la posibilidad de enlazar. Nadie va a terminar ya con el enlace. Sería muy triste que la 'tasa Google' nos distrajera de la cuestión fundamental: la prensa necesita una reconversión profunda que en España apenas hemos empezado a plantearnos. Y que, desde luego, no pasa por otra subvención, sea del Estado o de unas empresas privadas como Google y los demás agregadores."

"La mayor novedad que incorpora la tercera gran reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, cuyo proyecto aprobó el viernes el Gobierno, es el reconocimiento de que la prensa tiene derecho a percibir una compensación por parte de los agregadores de noticias que utilizan, ahora de forma gratuita, sus contenidos. Es un principio esencial por cuanto la difusión de dichos contenidos de manera masiva es una práctica lesiva para la prensa. Los intermediarios se lucran de su trabajo."