Cuando hablamos de contrarrevolución en el Reino de España o en América Latina, aparece, casi siempre, Aznar (y su Fundación FAES). Que al igual que a Uribe, le preocupa terminar en la cárcel. Toda la red Gürtel, todo el entramado de Bárcenas, todos los sobresueldos, los imputados Fabra, Camps, Barberá, la bajo sospecha Esperanza Aguirre, el alegre Miguel Ángel Rodrígez y sus cocktails subiditos de grado, el jaguar en el garaje de Ana Mato, los fraudes de Urdangarín y su presunta socia o el ático de Ignacio González, es decir, el corazón de tod