Aunque ya hace mucho tiempo desde que el español Isaac Peral inventara el submarino, el elevado coste que tiene adquirir uno, ha hecho a lo largo de los años, que muchas personas en distintos lugares del mundo se lanzen a fabricar su propio sumergible. Una empresa que entraña no solo un gran reto al fabricarlo, sino sobre todo al probarlo, al tener que surcar con él las profundidades del mar. El último intrépido ha sido un granjero chino que se puso manos a la obra en su garaje y simplemente se lo fabricó.