En 1930, la ciudad de Oklahoma tuvo un gran expansión económica gracias al petróleo. En apenas 15 años, el condado pasó de tres mil automoviles a tener cerca de medio millón de vehículos circulando por sus carreteras. La primera medida que se tomó fue poner unos agentes que iban marcando con tiza los neumáticos de los vehículos estacionados. Pero la complejidad del sistema hizo que poco después idease una máquina que regulaba el tiempo de estacionamiento de cada vehículo, a la vez que era una nueva vía recaudatoria para el ayuntamiento.