En Londres, estos días, el arte en movimiento se cuela por las rendijas de inmensos tanques de petróleo que, olvidada desde hace tiempo su vieja razón de ser, se trastocan en contenedores de la más rabiosa expresión creativa. Performance, body art, happening y cine son algunas de las disciplinas que han venido a dar sentido a The tanks (Los tanques), 21.000 apabullantes metros cuadrados de espacio que ya le están quitando cierto protagonismo a la inconmensurable y muy publicitada Sala de turbinas de la antigua central eléctrica a orillas del...