La Inspección de Trabajo de Pontevedra ha puesto bajo vigilancia a Abanca, la antigua Novagalicia Banco, después de que el sindicato nacionalista CIG presentase una denuncia por las continuas reuniones comerciales fuera de las horas de trabajo y la proliferación de horas extra ilegales en una entidad que se encuentra en pleno proceso de ERE. Se trata de “horas no computadas, no cotizadas, no pagadas ni compensadas, fruto además de una desmedida presión comercial y de la falta de personal después de cuatro ERE consecutivos”.

El nuevo código de conducta impuesto por la nueva dirección, exige un permiso previo para participar en actividades políticas o sindicales ajenas al banco.

ABANCA envió este jueves su Código Ético, de obligado cumplimiento, a su personal, un texto en el que para la CIG, se limitan los derechos políticos y sindicales y atenta contra los derechos humanos y los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución. “La participación directa en política, instituciones públicas u organizaciones sociales o sindicales ajenas al banco, aún siendo legítimas, pueden ser incompatibles con el ejercicio activo en el banco. Deberá ser comunicada previamente al Comité de Ética del Banco”, dice en su art. 120.

Luís Encinas es un hombre de 42 años que llevaba 22 trabajando en la entidad financiera que, tras la compra del grupo Banesco, pasó a denominarse Abanca. El jueves 11 de septiembre, la Dirección de la empresa le convocó para una reunión. En ella le comunicaron que estaba despedido justificándolo bajo el ERE que mantiene abierta la empresa indicándole que los trabajos que desempeñaba no eran los oportunos.Según fuentes sindicales, el despido se debe a una represión sindical porque Luís Encinas había tramitado el preaviso para presentarse por CIG

El banquero venezolano Juan Carlos Escotet Rodríguez ha convertido a la antigua Novagalicia, ahora Abanca, en una máquina de beneficios: 440 millones de euros antes de impuestos desde principios de año, y eso después de hacerse con la entidad por un valor exiguo, según los expertos.