Hay unos robots que trabajan como chinos… incluso más y mejor, según su orgulloso inventor. Con aspecto de astronautas, de cuerpo blanco, ojos amarillos y cejas y orejas rojas, los robots manejan veloces una cuchilla. Lucen brazos fuertes, pero en vez de piernas tienen un cajón donde depositan los fideos que van saliendo como hilos de la masa. Y también echan el material al agua hirviendo. Su cara tiene aspecto de concentración, no hay lugar para la sonrisa.