Cuando, hace un mes, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, dijo que el aborto “tiene algo que ver” con ETA, al menos tres familias se indignaron sobremanera. Motivos no les faltaban: los terroristas habían provocado con sus bombas que tres embarazos no siguieran adelante. Sin embargo, esas criaturas jamás fueron reconocidas como víctimas del terrorismo, ni indemnizadas sus muertes. En cambio, en el 11M sí se resarció económicamente por cinco abortos.