Todo empezó medio por casualidad, en Buenos Aires, hace cuatro años. La fotógrafa Irina Wernings se fijó en una vieja Polaroid de una familia y se propuso recrearla, con sus mismos protagonistas, la misma ropa y el mismo escenario, 30 años después. Irina colgó ambas fotos en su página web y empezó a recibir correos de todas partes del globo, propondiéndole emular viejas instantáneas con caras nuevas (viejas). Así nació el proyecto Back to the Future, que “se ha convertido en mi obsesión”, cuenta Irina.