Los buenos resultados de grupos euroescépticos y de extrema derecha en los comicios europeos son percibidos como un terremoto político. El Partido Popular Europeo se mantiene como mayor bloque en el Parlamento.

Un europarlamento mayoritariamente proeuropeísta, pero atomizado; con las grandes fuerzas en declive y el crecimiento de las formaciones radicales. El PPE se convierte en la primera fuerza de la Eurocámara con 212 escaños.. La Alianza de los Socialistas y Demócratas europeos (S&D) serán el segundo grupo con más presencia en el hemiciclo europeo con 185, mientras que los liberales de ALDE logran 71 asientos en el hemiciclo. La cuarta fuerza, los Verdes europeos, obtienen 55 escaños. La Izquierda Unitaria Europea (GUE) obtiene 45 escaños.

Los colegios electorales preparados para los comicios europeos cerraron anoche en el Reino Unido. Los resultados todavía se harán esperar, pero nadie duda del claro avance registrado por el partido euroescéptico y populista UKIP, que lidera Nigel Farage, y del desplome experimentado por los partidos en el Gobierno.

El Partido de la Independencia del Reino Unido, la formación euroescéptica que aboga por la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, ha entrado de lleno en la arena política del país. Según las encuestas, podría quedar primero en las elecciones europeas del próximo 25 de mayo.

El holandés Geert Wilders, la francesa Marine Le Pen, el austriaco Andreas Moelzer o los italianos Beppe Grillo y Mateo Salvini son de lo mejor

"No creo que debamos perder el tiempo en criticar a la Troika", insistió este jueves el ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, durante su visita a Atenas. Además, criticó con dureza a los euroescépticos.

El primer ministro italiano, Enrico Letta, advirtió hoy del riesgo de que el Parlamento Europeo (PE) que salga de las elecciones de mayo de 2014 puede ser "la Eurocámara más euroescéptica" de la historia. El primer ministro italiano abogó por que la UE tenga un líder único y añadió que "lo ideal", desde su punto de vista, es que fuese elegido directamente por todos los europeos. "Tenemos que entender que sin un liderazgo político elegido por los europeos será difícil que Europa sea reconocida a nivel político y tenga legitimidad democrática",

La zona euro está en plena tormenta. Crisis, deuda y protestas son palabras que se han repetido hasta la saciedad en los últimos años. El sur de Europa está endeudado, y el norte se ve sometido a dolorosos programas de austeridad a cambio de ayuda financiera. Y cuando se habla de Norte, muchos en el sur se refieren sobre todo a Alemania.

Las críticas obligan a la Comisión a retirar el veto a las aceiteras rellenables. La excéntrica normativa sobre hortalizas y otros productos da alas a los euroescépticos. La polémica recuerda a otras que han hecho las delicias de la prensa más alérgica al proyecto europeo. Como el episodio en el que la Comisión se empeñó en regular la curvatura de los pepinos o cuando se estableció que los puerros debían tener una coloración “entre blanca y blanca verdosa”.

Surgen por doquier partidos euro-escépticos. O avanzan, dentro de las formaciones tradicionales, quienes cada vez son más críticos, mientras decae el entusiasmo de quienes hasta no hace mucho hablaban de una Europa unida. Ya no se trata de una discusión entre quienes recomiendan ahorrar y quienes recomiendan gastar. Ahora la discusión comienza a focalizarse en la permanencia o no dentro del espacio multinacional.

La formación Alternativa para Alemania ha nacido con fuerza y quiere constituirse como partido en abril. Tiene pensado presentarse a las elecciones generales el 22-S. Su irrupción en el escenario político podría costarles votos a los partidos del Gobierno.

Redacción Internacional, 12 oct (EFE).- La concesión del Premio Nobel de la Paz a la Unión Europea ha cosechado numerosos aplausos entre los Gobiernos de todo el mundo, pero también ha sido recibida con críticas por parte de algunos políticos euroescépticos, así como sindicatos y activistas pro derechos humanos."No entiendo que se de un premio de la paz a la UE, cuyos países tomaron parte en la guerra de Irak, en la de Afganistán y en otros conflictos", dijo hoy a Efe Alexéyeva, de 85 años. La activista, que figuraba entre los favoritos a recib

Los eurófilos creen que Bruselas es la solución a todos los problemas y los euroescépticos la sitúan en el centro de todos los males. Pero ¿son realmente tan distintos entre sí?

Antes de las elecciones, Cameron prometió que no habría más cesiones de soberanía a Bruselas a menos que fueran aprobadas en un referéndum. Los planes alemanes de crear una unión fiscal son la oportunidad soñada por los tories, cuyo desprecio por Europa les hace confundir con frecuencia sus deseos con la realidad. Pero si no hay referéndum -Cameron lo ha descartado por completo-, exigen repatriación de competencias. No habrá tratado ni solución a los problemas de la UE a menos que se satisfagan las necesidades británicas.

Los euroescépticos británicos exigen a Cameron un referéndum. Las preocupaciones del primer ministros británico no vienen tanto de Brsuelas como de su propio partido.

Posiblemente no saben que Farage, elegido eurodiputado por el UKIP británico, forma parte de un grupo parlamentario en el que está, entre otros, Morten Messerschmidt, ultraderechista danés que fue condenado en 2002 por incitación al odio racista y, más adelante, por celebrar con canciones el cumpleaños de Hitler. A esta clase de gente y a sus "verdades" es a la que están defendiendo los izquierdistas europeos; esto hay que dejarlo claro.

Muy rara vez a lo largo de la historia, una facción o movimiento ha gozado de una victoria tan total y apabullante como la de los euroescépticos conservadores. Juegan en su campo. No solo estaban en lo cierto con la moneda única, el tema económico más importante de nuestra era – estaban en lo cierto por las razones correctas. Con una lúcida precisión profética, previeron exactamente cómo y por qué el euro conduciría a una debacle financiera y al colapso social.

La postura que mantienen despierta tanta consternación como incomprensión. Es intolerable, para ser sinceros. Seis Estados miembros de la Unión [Alemania, Reino Unido, Países Bajos, República Checa, Dinamarca y Suecia], ricos y euroescépticos en su mayoría, bloquean con argucias jurídicas y argumentos falaces la concesión de una ayuda alimentaria de unos 480 millones de euros destinada a alimentar a los europeos más desfavorecidos [la decisión final se ha aplazado hasta finales de octubre, fecha de la próxima reunión de los ministros europeos].

En los últimos años la ultraderecha ha crecido en Europa al amparo de una situación de crisis económica que hunde sus raíces en una profunda crisis moral, y se ha hecho presente de manera significativa en los parlamentos de Suecia, Dinamarca, Austria, Eslovaquia, Letonia, Bulgaria o Suiza, y también en lugares tan relevantes como Francia y Holanda. Todos sus discursos coinciden al poner el acento en un nacionalismo excluyente, políticas euroescépticas y criminalizar la inmigración con argumentos populistas que han prendido de forma preocupante

El centro de Londres está empapelado con eslóganes como 'Di NO a la Unión Europea'. El movimiento contra la UE ya no es exclusiva de los partidos minoritarios en muchos países aunque en España no tiene apenas calado. El objetivo: acabar con la UE desde dentro de la UE. Se les conoce como euroescépticos aunque en muchas ocasiones defienden posturas abiertamente antieuropeas. Desde la xenófoba Liga de las Familias Polaca a la sueca Junilistán (Lista de Junio), un buen número de candidaturas que se presentan a las elecciones quieren menos Europa.