“Ella estaba muy avergonzada. Se notaba que sufría muchísimo dolor, sin importar cómo le entró eso ahí”, declaró Mirandolina Prisca, doctor de la clínica rumana Arad, al diario británico The Sun. Y siguió contando cómo se dieron cuenta de lo que realmente generaba el dolor en la mujer: “Cuando obtuvimos las placas de rayos X localizamos el objeto y le llevamos de inmediato a operar. La paciente salió bien de la cirugía”. Por su parte, un empleado del hospital comentó asombrado: “No era un pequeño desodorante, era un enorme spray para pelo”.