Que si, que todos nos echamos las manos a la cabeza al ver la cantidad de seguidores que tiene Belén Esteban, lo numerosos, lo simples y lo incondicionales que son. Panda de paletos, pensamos. Pero lo mismo pasa con Enrique Dans en la blogosfera. El número de sus seguidores crece exponencialmente, sin que parezca que vaya a tener límite. Lo incondicional de sus seguidores solo compite con lo incondicional de sus detractores, como le pasa a la Esteban. Y ganan también en este caso de calle sus seguidores, es el Príncipe de la Blogosfera