¿Hay alguien ahí?

El 15 de diciembre del año pasado el ordenador perdió una tecla. Debería haberle dado importancia pero, total, para qué, una tecla, no es nada. Y así. Dos días después, otras tres desaparecieron. Y me fui quedando encerrado, sin espacio. Pasó una semana y murieron otras. Se apagó la pantalla, se fue la luz. Se cerraron todas las ventanas. Intento ver alguna luz, encontrar alguna salida y solo oigo el eco de mi propia voz. ¿Hay alguien ahí?