El año tiene muchos días señalados, pero hay uno muy especial para mí: el 7 de enero. Es el bien llamado "día de jugar" pues es el verdadero día donde disfrutas de los regalos de reyes... ¿o no? De pequeño tenía muy poca disciplina y todas las tareas escolares que me ordenaban para vacaciones me las dejaba para el último día, el maldito 7 de enero. Pasé la infancia sufriéndolos con muchísima ansiedad, porque parecía que no iba a llegar con la entrega y eso me provocaba auténticas pesadillas. Tengo un verdadero trauma.
Ahora yo soy profesor de instituto y en mis manos está el entregar deberes por vacaciones. Así que... nada de tarea por Navidad, el 7 de enero es para jugar.
Yo como sigo sin disciplina, los paso exactamente igual: haciendo tarea y preparando las clases del día siguiente... Pero siendo un puto héroe para mis alumnos.