—Buenos días, necesito asistencia con mi alojamiento.
—Claro, ¿qué problema tiene? —respondió el agente.
—La conexión no está respondiendo correctamente. Intenté reiniciarlo, pero sigue fallando.
—Entiendo, voy a revisar los logs de acceso —continuó el agente.
—Me parece increíble que esté fallando en un momento tan crítico.
—Un segundo, voy a verificar los permisos de acceso —respondió el agente -Vale, inténtelo de nuevo.
En ese mismo instante, en la Casa Blanca, el presidente soltó un grito silencioso mientras sus ojos comienzaron a brillar con una luz oscura.