¿Se imaginan a un hombre de color actuando como un mono?. Disney no quiere arriesgarse a ser criticado. La nueva versión de Tarzán se estrenará en 2021. El problema es elegir al tipo de protagonista. Cualquiera sea se predispone a recibir críticas por un lado y también burlas, lluvia de memes.
¿Un hombre blanco caucásico? no, muy obvio. ¿Un hombre de color? se generaría polémica al ponerlo a actuar como un gorila. Lo mismo alguien hispano. ¿Una mujer cualquiera sea la etnia? también obvio, viejo truco. La solución es que el protagonista sea un japonés con síndrome de Down. No hay muchos protagonistas asiáticos y Mulán pegó bien. Así mismo, nadie se atrevería a criticar a una persona con dicho síndrome.
Hoy en día con las redes sociales se generan controversias por todo. Mucha gente con piel fina, ofendiditos y queriendo censurar. Ya pasó con el remake de La Sirenita. Veremos si esta carta de Disney tiene éxito.