Aproximadamente un tercio de los hombres en todo el mundo están circuncidados, mayoritariamente por razones religiosas o culturales. La práctica consiste en la amputación total o parcial de la piel, llamada prepucio, que recubre el glande o cabeza del pene.
Por los testimonios históricos conservados, parece ser que esta práctica surgió como parte de los ritos de purificación de los antiguos egipcios, y de ahí pasó a las religiones monoteístas abrahámicas y otras tribus africanas influidas por estas. En estas culturas tiene un significado de rito de paso a la edad adulta o rito de fertilidad, o una medida de supuesta higiene en climas donde escasea el agua, o un sacrificio ritual de sangre, como parece ser que era entre los pueblos prehispánicos de las Américas.