Si no tenemos suficiente con vivir la crisis sanitaria actual, que cambien nuestras vidas por la situación que vivimos y adaptemos nuestras casas para ahora ser nuestras oficinas, tenemos a los eruditos del Deutsche Bank para proponer un impuesto del 5% a las personas que teletrabajan.
Según explican en su informe, los teletrabajadores dejan de interaccionar con buena parte de la economía y como hay salarios altos (porque suelen ser personas con estudios universitario y, por tanto, cobrar un sueldo más alto) deberían pagar un impuesto extraordinario del 5% de sus ingresos mensuales. El dinero que se recaude irá a los trabajadores obligatoriamente presenciales cuyas rentas no superen un umbral determinado.
Me parece una auténtica vergüenza que se atrevan a proponer esta medida diciendo que porque ahora haya muchas personas que trabajan desde casa y no cogen el transporte público a diario, ni van a comer a restaurantes, ni están comprando ropa de trabajo, la solución sea ponerles un impuesto.
Deberían pensar otras alternativas, ayudar a todos los que están pasando por un mal momento o están en un ERTE, despedidos o en una situación complicada pidiendo alimentos porque no tienen para comer, con trabajos y sueldos dignos para todos. No con impuestos.
¿Qué opináis?