A finales del siglo XIX, la céntrica área de la ciudad de Nueva York que conocemos hoy como Times Square, tenía un aspecto bastante diferente. Por aquella época, el lugar se llamaba Longacre Square, y no había desarrollado aún la identidad vibrante y luminosa que la caracteriza hoy en día, ya que se trataba de un distrito dedicado principalmente a la industria de carruajes y caballos, con varias empresas relacionadas con la fabricación y reparación de carruajes establecidas en la zona.