En este artículo se expone la hipótesis de que, con el objetivo de entender mejor como afecta a lo social, la idea de algoritmo se puede aprehender desde el concepto de dispositivo foucaultiano
El algoritmo desde el punto de vista técnico; un algoritmo.
El 6 de mayo de 2010 sucedió lo que posteriormente se denominó el Flash Crack. Con el objetivo de conseguir la máxima rentabilidad, en la Bolsa los algoritmos trabajan realizando transacciones a velocidades inimaginables para un cerebro humano. Es el High Frecuency Trading. Ese día de 2010, la interacción de las operaciones de los algoritmos produjo un desplome de 1.000 puntos, en torno a un 9%, sin explicación aparente, que se recuperó a los pocos minutos, pero que dio una idea de los problemas que se pueden originar por la mala gestión de los "algoritmos".
Pero ¿Qué es realmente un algoritmo? ´Los que trabajamos en el mundo TIC tenemos más o menos claro el concepto desde el punto de vista técnico/tecnológico; una serie de instrucciones sencillas que se llevan a cabo para solventar un problema. La regla de multiplicar que aprendimos en el colegio y que permite sacar el producto de dos números de varias cifras, con papel y lápiz, es un sencillo algoritmo. El profesor de la Facultad de Informática de la Universidad Complutense Ricardo Peña Marí da una definición más rigurosa desde el punto de vista técnico
Conjunto de reglas que, aplicadas sistemáticamente a unos datos de entrada apropiados, resuelven un problema en un numero finito de pasos elementales
Es importante notar que el algoritmo tiene que ser finito y que ejecuta las instrucciones de manera sistemática, es decir, que es ciego ante lo que está haciendo, y que los pasos con los que opera son elementales.
Según esta definición es evidente que los algoritmos existen por lo menos desde los tiempos de los babilonios, pero es la unión de máquinas y algoritmos lo que está cambiando el mundo. El matemático británico Alan Turing, fue de los primeros que imaginó un ordenador tal y como los conocemos y a partir de esto desarrolló la Máquina de Turing, que es un constructo mental no una máquina que exista en el mundo físico. Consiste en una cinta infinita sobre la que se van haciendo operaciones repetitivas hasta dar soluciones, viene a ser una definición informática conceptualizada del algoritmo en un ordenador, siendo el precursor de los ordenadores: tiene una memoria, unas instrucciones (un programa), unas operaciones elementales, una entrada y una salida.
El algoritmo como dispositivo; el algoritmo.
Para desarrollar la hipótesis anteriormente enunciada es necesario aclarar que Foucault cuando expuso el concepto de dispositivo no estaba interesado en hacer una crítica a la existencia de ciertas instituciones. Cuando Foucault analizaba la institución carcelaria, la institución psiquiátrica, la institución educativa o el sexo como institución, no lo hacía motivado por cuestionar la existencia de dichos dispositivos. Más bien, su intención era analizar qué elementos –históricos, sociales, culturales, políticos– habían producido dichas instituciones y bajo qué mecanismos y discursos se erigían como «espacios de veridicción», desde otro punto de vista, Foucault quiere entender cómo se producen «regímenes de verdad». Es decir, bajo qué elementos sustantivos, bajo qué ideas, imaginarios y discursos se hace fuerte un espacio donde se producen verdades, espacios legitimados donde se gestan los límites entre lo normal y lo anormal, entre lo verdadero y lo falso, entre lo que se incluye y lo que se excluye. Ese espacio, ese contexto que produce reglamentos, lenguaje especializado y sujetos que enuncian verdades se despliega como un dispositivo que si bien puede emerger en busca de analizar, ordenar o comprender la realidad, a su vez la codifica. Un espacio normativo que, si bien tiene la voluntad de alcanzar cierta verdad, acaba a su vez produciéndola. Esto permitía a Foucault situar qué otros discursos se han ido omitiendo, qué otras formas de pensar, entender o producir nuestro entorno han sido histórica y socialmente desplazadas, olvidadas o interesadamente omitidas. Las relaciones entre saber y poder y –en su última etapa– las tecnologías que conforman nuestro «yo».
Lo que define al dispositivo, según Foucault, es la relación o red de saber/poder en la que se inscriben la escuela, el cuartel, convento, hospital, cárcel, fábrica y no cada uno de ellos en forma separada. Un dispositivo sería, entonces, una relación entre distintos componentes o elementos institucionales que también incluiría los discursos, decisiones reglamentarias, leyes, medidas administrativas, enunciados científicos, filosóficos, morales y/o filantrópicos, que circulan dentro de dicha relación; específicamente Foucault aclara que “el dispositivo mismo es la red que se establece entre estos elementos”. Un dispositivo no es algo abstracto. En tanto red de relaciones de saber/poder existe situado históricamente —espacial y temporalmente— y su emergencia siempre responde a un acontecimiento que es el que lo hace aparecer, de modo que para hacer inteligible un dispositivo resulta necesario establecer sus condiciones de aparición en tanto acontecimiento que modifica un campo previo de relaciones de poder. El dispositivo no es algo externo a la sociedad pero tampoco ésta es externa al dispositivo y de la misma manera hay que pensar la relación entre dispositivo y sujeto.
El fundamento de la hipótesis de que el concepto de dispositivo es asimilable al de algoritmo, es que si en el planteamiento de Foucault se cambia dispositivo por algoritmo queda igual de comprensible.