Perritis

Nos estamos convirtiendo en viejos egoístas solitarios mientras a nuestro alrededor aumenta la pobreza y la explotación entre la gente. Pero en vez de compartir nuestro amor, nuestra riqueza, energía y espacio vital con nuestros semejantes y así evitar la desigualdad y ser más prósperos, más felices y hacer progresar la raza humana, invertimos los pauperrímos medios y energías que nos quedan en una especie profundamente idiota y reaccionaria que lleva haciendo las mismas cosas desde el paleolítico, cuyos especímenes no generan riqueza, no hacen ciencia, no crean arte, no pueden transmitirnos ideas originales y sublimes ni hacen nada especial más que lamerse el culo, ladrar e ir cagándo por ahí llenando de suciedad las vías públicas, ensuciando zapatos, haciendo resbalar ancianitos y desquiciando a las personas que intentan descansar por las noches ¿y por qué? Pues porque somos gente libre e independiente, gente que te va a mandar a la mierda en cuanto te pases un poquito, gente difícil y a la vez hedonistas de lo fácil. Buscamos cariño rápido e incondicional proveyendonos de putas y perros, porque queremos poseer y amar como hemos hecho siempre pero a velocidad de Internet, sin lios, sin pagar precios exorbitantes. El problema es que no podemos ser todos libres y amos a la vez, y menos con gente tan individualista y empoderada sin acabar en grandes descalabros sentimentales y económicos. Los perros en cambio nos ofrecen servidumbre amorosa segura a bajo coste, son un sucedáneo del amor, del control y del poder, asequible, barato y libre de malos rollos y tragedias. Otro día escribo sobre los gatos y sus "propietarios", esos pobres miserables que han caido en el pozo más profundo de los fondos abisales de la alienación y el masoquismo.