Estos días vivimos un bombardeo continuo de noticias sobre la extrema sequía que asola la península ibérica. Estoy de nuevo en la carretera y hace un par de días pasé por la Meseta camino del Atlántico gallego. De la que veía alguna (escasa desde la autopista) huella de los recientes incendios de la provincia, y la sequía típica del estío, que este año parece más acentuada, me vino a la memoria este capítulo de la Crónica General de España que escribió Ocampo2 (por tomar un periodo más cercano) en el que los cambios ambientales parecen coincidi