Cuando veo una manifestación en Cataluña, lo primero que salta a la vista es la cantidad de banderas esteladas. Si no me falla la memoria, no eran las banderas mayoritarias que se solían ver en las manifestaciones que se producían en Cataluña anteriormente sobre el derecho a decidir, en las que la senyera antes compartía protagonismo, que ya prácticamente ha perdido.
Cuando les ha tocado salir a la calle a los partidarios de una España unida, la bandera que más se ve es la española. Algunas europeas, algunas senyeras e incluso algún aguilucho, pero domina la rojigualda con el escudo y la corona.
La conclusión evidente es que la senyera se ha quedado en segundo plano, dejando el protagonismo a las banderas que representan a los dos extremos. Creo que es la representación gráfica de la polarización del conflicto.
Ahora bien, yo soy español y de izquierdas, y en toda esta batalla de trapos no me veo indentificado en ningún bando. A veces me produce tristeza. Porque sí, soy español, pero aunque no repudio la bandera española como mucha gente de izquierdas que conozco, tampoco me siento plenamente identificado con esa bandera. Al mismo tiempo tampoco sé con qué bandera me podría sentir identificado. Porque además, ¿es necesario tener una bandera? La bandera republicana me despierta simpatía, pero no creo que pueda contar con el respaldo de la mayoría de españoles actualmente, así que no la considero de utilidad.
El hecho de considerarme español supongo que ya me sitúa como nacionalista, pero lo llevo como algo anecdótico, porque vivo aquí y he crecido aquí, sin gran fervor ni un elevado sentimiento patriótico. Sin embargo, mentiría si dijera que no me siento orgulloso de las cosas buenas que tiene el ser español. Al fin y al cabo, hay mucho que mejorar, pero somos europeos y gozamos de ciertas libertades de las que no todo el mundo puede presumir. No todo es malo.
El problema de la bandera española no es otro que quién la usa y para qué. La derecha, los ultras, todos llevan con orgullo la bandera de España. Para gente como yo, eso ya crea un alejamiento. Pero también me da pena. ¿Por qué hay que dejarles que se apropien de un símbolo que debería ser de todos? Por eso me molesta cuando salen cuatro fachas con la bandera de España mezcladas con algunos aguiluchos y la gente generaliza y dice que eso es España, porque yo también soy español y no soy como ellos. España es mucho más que esa gente que se ha apropiado la bandera y la ensucia con sus consignas excluyentes y su repudiable actitud.
A veces me gustaría que ante una manifestación de fascistas ondeando la bandera española y presumiendo de españolidad, hubiera en frente gente con la bandera de España, sin complejos, diciéndoles: vosotros no sois España y esa bandera no es vuestra. Quedaos con el aguilucho, que es lo que os representa y dejad de utilizar la que debería ser la bandera de todos. Es sólo un deseo personal que sé que tiene poco de realista.
No es que me apetezca entrar en esta guerra de banderas, pero creo que encontrar o recuperar un símbolo que una a todos y nos pueda poner de acuerdo sería algo positivo, porque todos los países lo tienen y es algo que por el motivo que sea consigue unir a la gente, como se está viendo estos días. Para eso sólo se me ocurre volver a la idea de recuperar la propiedad de la bandera española o algo alocado como crear una nueva, cosa que no creo que sea posible hasta que consigamos votar por la nueva república, otra cosa que va para largo. ¿Quizá la bandera de España actual pero sin el escudo? O quizá simplemente debería olvidarme de las banderas.