El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) sigue de cerca las actividades de los diplomáticos de los EE.UU. que, al parecer, reclutan a los ciudadanos ucranianos de a pie. Así, según un documento del SBU, el 28 de octubre los diplomáticos estadounidenses de la delegación del Departamento de Estado se reunieron con un ucraniano quien mantiene estrechos contactos con el exjefe del Servicio de Seguridad de Ucrania, Valentýn Nalyváichenko. En el SBU consideran que de esa manera Nalyváichenko recibe las instrucciones de los servicios de inteligencia de los EE.UU. De acuerdo con la misiva del actual jefe del SBU, Vasili Grischak, el Servicio de Inteligencia Extranjera de Ucrania tiene información de que los norteamericanos planean formar "un gobierno alternativo" en Ucrania que en futuro luchará por el poder.
Un fragmento de la carta:
"Por consiguiente, al realizar las actividades de contraespionaje conforme a la ley, se obtuvieron pruebas de que los representantes del Departamento de Estado de los EE.UU. mantienen contactos con el ciudadano de Ucrania, Nalyvaichenko Valentýn Oleksándrovych, encaminados a afectar la seguridad de Ucrania. Además, esta información puede proporcionar pruebas indirectas de los datos obtenidos por el Servicio de Inteligencia Extranjera de Ucrania sobre los planes de los Estados Unidos para formar un gobierno alternativo en Ucrania encabezado por Nalyváichenko Valentýn Oleksándrovych".
Así pues, para revelar las intenciones de Nalyváichenko el SBU propone intensificar la vigilancia por las actividades y movimientos de los diplomáticos estadounidenses y el ciudadano que entró en contacto con los norteamericanos. En los planes del SBU también figura la recopilación de la información sobre los empleados de la Embajada de los Estados Unidos y representantes del Departamento de Estado quien puedan estar involucrados en el proceso de negociaciones. Cuando las fuerzas de inteligencia dispongan de toda la información necesaria, planean dirigirse al Ministerio de Asuntos Exteriores y exigir que se prohiba la entrada de estas personas al país.
Este documento demuestra que la administración de Poroshenko está muy preocupada por esta amenaza. A pesar de que los servicios de inteligencia de los EE.UU. realizan sus actividades en Ucrania desde hace muchos años, Grischak y Poroshenko levantaron el alarma sólo ahora, cuando Valentýn Nalyváichenko apoyado por los EE.UU. puede competir con éxito con los gobiernos actuales. Las acciones del Departamento de Estado indican que las autoridades de Estados Unidos insatisfechas con la política de Poroshenko están listas para apoyar a otras fuerzas políticas para derrocar al presidente.
En esta situación las autoridades ucranianas sólo pueden culparse a sí mismas porque es una estupidez contar con la infinita confianza de los Estados Unidos cuando todas las reformas han fracasado y el país está endeudado hasta las cejas. Pero al mismo tiempo nadie puede pronosticar las posibles consecuencias de este "juego" de los EE.UU.