Si tienes una empresa (o ni eso... llega con tener correo electrónico) estarás viendo como tu buzón se llena de mensajes hablando de subvenciones, bonos o lo que sea eso que te dan para hacer "la web".
Se trata de un nuevo despilfarro a beneficio de unos pocos con la excusa de la migración digital (al 2, 3, 4 o 5.0 como en Hawaai) de las "PYMEs" (ahora ya no sois emprendedores... eso era con el PP) que, al parecer, invitan desde la UE.
Vaya por delante que, si no tenéis sitio web para vuestra empresa, que os proporcionen uno no es malo. Al contrario. Invertir en Gestión de Clientes y Procesos, Análisis y Medición, Seguridad y Herramientas de trabajo a distancia no es malo. Al contrario.
Lo malo es confundir eso con la digitalización. Porque esa digitalización va mucho más allá de la puesta a disposición y el empleo de una serie de herramientas. La digitalización, más o menos, sería disponer de los conocimientos necesarios para saber qué herramientas, para qué y cómo... poniendo todo ello al servicio de una manera diferente (igual pero distinto...) de llevar a cabo el negocio. Con unos objetivos claros y una manera de verificar su cumplimiento. Que puede convivir con la manera que se lleva a cabo (o se llevó a cabo hasta ahora), puede sustituirla o puede complementarla.
Síp... estoy hablando de estrategia.
Una estrategia puede ser "fundir" miles de millones (no es mala estrategia) pero esa no es digital.
Una estrategia digital puede buscar el volumen: que los procesos que se lleven a cabo sean tantos que llevar a cabo un proceso más no tenga coste (más bien... que no se perciba ese coste: queda dentro de los gastos fijos).
Una estrategia digital puede buscar la eficiencia: reducir los tiempos y la posibilidad de fallos.
En fin... hay tantas estrategias digitales como de futbol (más o menos). Pero igual que si en el fútbol todas se basan en gente dándole patadas a un balón; en las digitales todas se basan en hacer lo que se hacía hasta ahora (o lo mismo pero de otra manera) más rápido, más barato, más veces, sin errores, con formas matemáticas y lógicas de saber si se alcanzan los objetivos o no... en definitiva: mejor (con los mismos resultados que en el fútbol... muchas veces).
Un equipo de segunda no va a ir a la Champions por muchos jugadores que fiche (aunque el fichaje le salga "gratis"); donde se va a ir es al carajo... porque a los jugadores, además de pagarles la ficha, hay que pagarles el sueldo.
¿Dónde está la "estrategia" en este nuevo bono digital? ¿Qué es lo que le hace diferente de todas las otras estrategias de digitalización PYMEs que hemos gastado hasta ahora?
Vamos con lo segundo. La diferencia es que ya no se puede pedir el presupuesto a un "amigo que hace webs" y cobrar la subvención. El pago se va a realizar, directamente, a la empresa que realice el servicio; que se verá obligada a declarar y a cumplir una serie de requisitos en cuanto a contratación laboral o lo que sea... Y esto está muy bien.
Otra diferencia es que hay una herramienta de "autodiagnóstico" de las que salen las líneas a las que el beneficiario del bono puede optar... Esto también está muy bien.
Yo, como Consultor Tecnológico y Licenciado en Comunicación con la especialidad de Programación Multimedia me apunto como Agente Digitalizador del Kit Digital y le hago una web al carnicero de la esquina.
Vale... pero
¿Quién nos dice (a mí y al carnicero de la esquina) cómo se vende carne por internet?
Hay carne y carne... claro. Tanto yo como el carnicero nos referimos a carne sin piel (ni rollo gore).
Porque ese el verdadero valor que hay que aportar. Es muy probable que al carnicero su web no le sirva para nada.
Vaya... esto no aparece en la herramienta de "autodiagnóstico". Aparece, eso sí, un campo en el formulario para el código postal; y luego hay que añadir Comunidad Autónoma, Provincia y Ayuntamiento... no vaya a ser que nos perdamos. Acabo de hacer mi registro con un CIF inventado. Tardó un rato. Pensé que me habían pillado... pero no: es que tarda un rato.
Ese es el nivel. La tal "herramienta de autodiganóstico" es una trapallada parida por los mismos que hacen los programas en Java de la Agencia Tributaria... que, por fin, han conseguido que no funcionen en ningún navegador. Tiene mérito...
¿Voy a poder yo como Agente Digitalizador del Kit Digital decirle al carnicero que su web no tiene el más mínimo sentido? ¿Que se haga un whatsapp business..? UY! ese no sale en el listado del bono.
Voy a parecer el Agente de Matrix... más bien.
Y todo esto en un ambiente en el que las tales estrategias vienen de servicios ofrecidos (o, por lo menos, cobrados) por Ayuntamientos, Consorcios, Diputaciones, Consejerías, Fundaciones y demás engendros; donde se dedican a decirles a los carniceros que hay que tener web(os)... y que hay que salir en Google.
Y, para rematar, una línea de bonos por estricto orden de llegada y que se acaba cuando se agote el presupuesto asignado... sin la más mínima justificación de la viabilidad o de la idoneidad de la propuesta.
Las (pocas) empresas que queden en el mercado del diseño web se deben de estar frotando las manos. Dos mil pavos por un chollo que los proveedores de hosting ofrecen gratis.
Aquí estoy haciendo mi autodiagnóstico "fake" e intentando descubrir qué me están preguntando (las preguntas, al principio, son 13... luego va variando la cosa) e imaginándome que es lo que podría llegar a decir cualquiera de mis clientes cuando le pregunten...
¿Utilizas en tu empresa algún software ERP (Software de planificación de recursos empresariales) para gestionar alguno de tus procesos de negocio?
En fin...
Tengo muy poquitos clientes y todos nos queremos mucho. Pero el que traza la estrategia digital de mi cliente soy yo. Para eso me paga. No para que le haga la web...
Seguro que colamos varias cosas por aquí. Pero no me parece serio. Una estrategia digital tiene que partir de un proceso en el que se analicen necesidades y posibilidades de manera individual.
Los que lo han inventado saben de esto lo que cualquiera que se suscriba a la newsletter de portalpyme.com
(y las lea)