Estoy viendo el remake de Perry Mason que ofrece HBO, y aparte de ser una serie inteligente, trepidante y capaz de mantener el interés en todo momento, me encanta porque ofrece un reflejo perfecto de la sociedad norteamericana de los años 20 del siglo pasado, una sociedad que ha cambiado bastante poco a día de hoy y que puede definirse como una enorme, putrefacta y descarnada mentira con pequeños destellos de nobleza y humanidad.
En la serie prácticamente todo es falso: las sectas evangélicas que, emulando a la predicadora que Ayuso invitó a su mitin hace un año y pico, sacan a los pobres los pocos cuartos que necesitan para sobrevivir mientras les lavan el cerebro, y a la vez reciben enormes donaciones de grandes empresarios que las usan para que las masas se desfoguen en las patéticas catarsis colectivas de sus ceremonias, y de paso sigan siendo sumisas. También son falsos los políticos que se hacen fotos con sus mujeres (al igual que ellos infieles, alcoholizadas...) para mostrar una imagen respetable mientras pagan a bandas mafiosas para que eliminen a periodistas o sindicalistas incómodos, o echen a familias vulnerables de las zonas donde piensan construir estadios, barrios residenciales para gente pudiente...llevándose su correspondiente tajada. Igualmente son falsos los telepredicadores radiofónicos que, usando un lenguaje continuamente insultante y vomitando odio hacia las minorías con el fin de parecer trasgresores, reciben sobornos continuos de los poderosos para que la gente piense como ellos desean que piensen.
Y la mayor mentira de todas es la de la sociedad en paz bajo la ley y el orden. La violencia es la piedra angular de la sociedad norteamericana. Mafias, policía, Estado, matones de instituto, maridos que conciben a sus esposas e hijos como sacos de boxeo, empresarios que conciben a esos maridos como ganado al que hay que exprimir a palos, gente que muere por no poder pagar un tratamiento contra el cancer, pobreza que condena al sufrimiento a millones y millones de estadounidenses ante la total falta de respuesta institucional, ignorancia fruto del escuálido y radicalmente infrafinanciado sistema educativo público...y el continuo mensaje de que no tienes derecho a pedir ayuda, pues eres un animal más en una selva donde debes sobrevivir solo, siendo exclusivamente tú el responsable de todo lo bueno o malo que te pase, incluso si te han privado de los recursos y oportunidades más elementales para poder salir adelante.
Los capos del sistema norteamericano querían y quieren una masa inconsciente y rendida ante la injusticia. Eternos menores de edad a los que manipular con religión, propaganda barata y una televisión llena de colorines y sonidos bonitos. Cabezas de ganado útiles mientras no se rompan una pata o pillen una enfermedad física o mental. Si eso sucede, el pastor seguirá caminando con el rebaño, y la res que se quede atrás sólo sobrevivirá si es capaz de volver a coger el paso y seguirlo. Porque hay mucho ganado en la granja y no sale rentable dedicar esfuerzos a recuperarle.
Las sectas se alimentan de gente rota (que necesita desesperadamente aliviar su dolor emocional, sentirse querida y sentirse parte de algo) y gente ignorante (que, precisamente por tal ignorancia o por los traumas que arrastra, es incapaz de usar su cabeza para percibir las mentiras de la secta). Nadie mentalmente sano y con una formación intelectual básica se puede creer que un tío como él lo ve todo y lo sabe todo, ni ir contra su propia naturaleza y aceptar una uniformización absoluta, un credo barato que debe tragarse acríticamente, entregando su dignidad, su autonomía y su fortuna a un charlatán que vivirá del cuento (y a cuerpo de rey) gracias a su credulidad, degradándole a la condición de autómata.
Sin embargo, en EEUU las sectas hacen su agosto todo el año. Davidianos de Waco, mormones pederastas, gurúes New Age, evangélicos que curan enfermedades manoteando y vociferando (y llenando cestas con tu dinero), hare krishnas...A veces la cosa se sale de madre (básicamente cuando al gurú se le ocurre comprar lanzagranadas para llevar el reino de Dios a la tierra) y acaba a tiros o con suicidios colectivos, pero en la gran mayoría de los casos los líderes sectarios sacan la sangre a sus esclavos sin que el Estado se meta en sus asuntos, e incluso colaboran (sobre todo en el caso de los evangélicos) con políticos locales para proporcionarles votos a cambio de protección y donaciones.
Gente rota y gente ignorante. La misma que muere por millares cada semana debido a sobredosis de fentanilo y otras drogas, exactamente por los mismos motivos por los que entran en las sectas. Porque tienen la mente atrofiada o la voluntad hundida (o ambas cosas) debido a que han sufrido más de lo imaginable y nadie les ha enseñado a pensar por sí mismos, a entender que son sujetos de derechos, a comprender su dignidad y a descubrir que no hay mejor faro para la propia existencia que cultivar tu mente y hacer caso a tu conciencia. A ser libres, a asumir que todos podemos caer en algún momento y eso no nos vuelve perdedores, y que la ayuda que necesitamos cuando caemos no está en buitres con túnica sino en la cooperación entre seres libres e iguales que, desde su individualidad irrenunciable, son capaces de ver todo lo bueno que hay en el prójimo (la misma dignidad que todos compartimos como seres humanos) y construir un sistema político destinado a garantizar sus derechos, a permitirle levantarse otra vez siendo libre y dueño de su vida, en lugar de esclavo con el cerebro parasitado por un timador.
Gente rota y gente ignorante. La misma que no puede soportar más vejaciones y humillaciones y, en un determinado momento, coge una de esas metralletas tan fáciles de comprar y arrasa el centro de trabajo donde le explotaban o el instituto donde padecía acoso diariamente ante la inactividad del profesorado porque "los chicos deben aprender a defenderse solos o serán unos maricas perdedores cuando sean adultos". Piezas de ganado que se extraviaron y, en lugar de morir lentamente en el bosque, volvieron a la granja convertidos en lobos. Gente rota y gente ignorante que, en una sociedad distinta, habría tenido una vida buena y útil para sí mismos y para los demás.
Por todo esto EEUU es una sociedad tan falsa y despiadada que tantos de sus ciudadanos no pueden soportarla sin envenenarse con drogas o religión sectaria, o sin coger un arma y convertir su frustración en sangre. Por eso es el paraíso de los tiroteos indiscriminados, las sectas, el fentanilo...y todas las descorazonadoras miserias que podréis encontrar viendo Perry Mason en HBO…o su reflejo actual en la política y la sociedad norteamericanas del presente.
Muchos conoceréis la última ocurrencia de Martin Varsavsky para orientar la motosierra que pretende usar junto a sus amigos voxeros cuando lleguen al poder en España. Se llama Auditoría Ciudadana, y se supone que busca identificar casos de gasto público superfluo (desde una perspectiva ultraneoliberal obviamente) para eliminarlos cuando tengan el poder. Para ello ha desarrollado esta web auditoriasciudadanas.netlify.app/
Pues bien, lo divertido viene cuando pinchas en el aviso legal para enterarte de quién es su responsable legal. Copio literalmente:
Auditoría Ciudadana S.L.
CIF: B12345678
Domicilio: Calle Principal 123, 28001 Madrid
Email: [email protected]
Inscrita en el Registro Mercantil de Madrid, Tomo 12345, Folio 67, Sección 8, Hoja M-123456
Obviamente, el carácter correlativo de los números en el CIF y en los datos del registro mercantil evidencia que son totalmente falsos y que Auditoría Ciudadana SL no existe.
Hace falta poca seriedad y mucha cobardía para poner datos falsos en el aviso legal de tu web, intentando así eludir cualquier responsabilidad legal por contenidos difamatorios, injurias y calumnias que puedan verterse en ella.
¿Cómo sé entonces que la web es de Varsavsky? Por este ambiguo párrafo que, aunque le presente como mero desarrollador, deja bien claro quién está detrás:
Este sitio web fue desarrollado en su totalidad por Martin Varsavsky como un borrador inicial que irá mejorando con el tiempo. Para su creación, se utilizó Bolt.dev, un programa de inteligencia artificial que ha permitido implementar las mejores prácticas de desarrollo y diseño web. Esta combinación de experiencia humana y tecnología avanzada nos permite ofrecer una plataforma robusta y eficiente para la participación ciudadana.
Parece que no quiere pillarse los dedos pero tampoco renuncia al mérito de poder fardar ante sus amigos Trump, Musk y los neonazis de la AFD de ser el futuro Milei español. Cosas veredes.
Ya pregunté a ChatGPT sobre este tema, y ahora es el turno de DeepSeek. ¿Es viable el modelo de centralización de trabajos cualificados y economía en Madrid, teniendo falta de vivienda y precios ya por encima de 2008 con la burbuja inmobiliaria, con falta de teletrabajo y una población envejecida? DeepSeek responde lo siguiente:
No, el modelo actual de centralización extrema de empleo en Madrid, combinado con la escasez de vivienda asequible, la falta de teletrabajo generalizado y el envejecimiento de la población, no es viable a largo plazo. Este modelo está generando una serie de problemas estructurales que, de no abordarse, podrían desembocar en una crisis social y económica. Vamos a desglosar por qué este modelo es insostenible y qué alternativas podrían plantearse:
Para evitar que este modelo insostenible colapse, es necesario tomar medidas urgentes y estructurales:
El modelo actual de centralización en Madrid, combinado con la falta de vivienda asequible y la resistencia al teletrabajo, no es viable a largo plazo. Si no se toman medidas urgentes para descentralizar la economía, fomentar el teletrabajo y garantizar el acceso a la vivienda, España podría enfrentarse a una crisis social y económica aún mayor. La solución pasa por un cambio de paradigma que priorice la sostenibilidad, la igualdad territorial y el bienestar de la población.
menéame