Sea por el simbolismo del nombre o por su estratégica posición en un conglomerado urbano, la ciudad ucraniana de Niu York se había convertido en un símbolo de resistencia, aguantaba desde hace muchos años y constituía un importante fortín contra los ataques, primero de las milicias del Donetsk, y después del ejército ruso.
Sin embargo, en la última semana y casi por sorpresa, los rusos han conseguido grandes avances en ese frente, que se les había resistido durante años, y que es el último (línea azul) fortificado a lo grande durante una década.
Los rusos tratan también de avanzar en los bordes del arco, en Novoaleksandrivka y Chasiv Yar, intentando generar una especie de caldero cuyo centro sería Konstantinivka, una ciudad absolutamente fundamental para conquistar el Donbás entero.
Aunque parezca una paradoja, la clave de este enorme descalabro está en las victorias ucranianas en Vovchansk, mucho más al norte, en el nuevo frente que los rusos han abierto en las proximidades de Jarkov, y que tan pobremente llevan. Los ucranianos no se podían permitir que los rusos avanzasen en otro frente, tan cerca de la segunda ciudad del país, y trasladaron allí importantes refuerzos, lo que desguarneció otras zonas, tal y como pensaba el mando ruso, seguramente.
Allí, en Vovchansk, los ucranianos han hecho retroceder a los rusos unas cuantas manzanas detras del río y han detenido en seco el vance ruso, pero el precio parece excesivo.
En estos momentos parece claro que se trata de realizar movimientos de desgaste del enemigo y que el ejército ucraniano no cuenta con fuerzas suficientes para cubrir el amplísimo frente. Si alguna sorpresa no lo remedia,los avances rusos serán cada vez más frecuentes y más profundos, porque la defensa ucraniana, como decían los alemanes en su día, es una manta demasiado corta: si te tapas la cabeza, descubres los pies. Si te tapas los pies, descubres la cabeza.
Pero las elecciones americanas también juegan su papel, y muy importante, en la tarea de poner en hora el reloj de esta guerra. Así que no nos precipitemos.