La economía y el futuro de muchos países está basada en la extracción de recursos naturales y luego está Israel cuya materia prima es el odio.
Como en la película de Pixar donde una fábrica de monstruos explotaban el miedo de los niños como materia prima Israel explota el odio masacrando niños.
El odio es vital para los sionistas para continuar su expansión, necesitan hombres y mujeres cargados de odio que busquen venganza por la muerte de sus seres queridos para poder justificar el apartheid, la invasión y el exterminio de la población local.