Si la Unión Europa quiere sacar adelante su revolución energética y lograr sus objetivos de descarbonización, gran parte del partido deberá jugarlo en el asfalto. A día de hoy el transporte es responsable de más o menos el 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero en España y la mayoría de ese porcentaje, el 95%, se genera en las carreteras. Bruselas lo sabe y ha diseñado ya medidas para avanzar hacia un modelo más sostenible.
|
etiquetas: revolución , energética , buses_urbanos