De acuerdo con Microsoft, un acuerdo firmado con la Comisión Europea en 2009 impide que la compañía proteja a Windows de caídas globales como la que provocó el fallo de CrowdStrike. La compañía está legalmente impedida de bloquear el acceso de terceros, como CrowdStrike, al kernel de Windows. Esta medida se ha tomado en pos de mejorar la competencia e impedir que los de Redmond monopolicen el mercado con utilidades como Microsoft Defender para punto de conexión.