Para avanzar los trabajadores, primero hay que acabar con el sindicalismo amarillo de UGT y CCOO

El siguiente paso, es la implicación y la organización de todos los trabajadores en la lucha decidida contra la patronal, para arrancarles mejoras en nuestras condiciones de vida.

En anteriores comunicados hemos ido desgranando las estrategias utilizadas por la patronal y sus sindicatos (CCOO y UGT) en la mesa de negociación del XVIII convenio sectorial TIC, que no es más que la reedición de la que utilizaron en el XVII Convenio, y que básicamente consiste en dilatar durante años una simulación de negociación, procurar impedir la movilización de los trabajadores durante ese tiempo para no dañar a los intereses de la patronal, y cuando ya los trabajadores se han visto obligados a resignarse sin subidas salariales todo ese tiempo, firmar como “mal menor” subidas mínimas, dando por amortizado años sin subidas, y en definitiva empobreciendo al conjunto de la clase trabajadora dejando que la inflación merme los sueldos.

En la propaganda de estos sindicatos sobre el proceso se observa que el único propósito que tienen es tratar de construir un relato donde la imagen de estos sindicatos se manche lo menos posible cuando finalmente éstos firmen el convenio que la patronal quiere imponer sin negociación, y que estos sindicatos corruptos van a entregar a cambio de prebendas para ellos, traicionando a los trabajadores nuevamente, y relegándonos a condiciones laborales aún más precarias a las que padecemos, que son igualmente consecuencia de la traición en los anteriores 17 Convenios. Con esta fórmula, la pérdida de derechos y deterioro de nuestras condiciones de vida conforman una gráfica continua descendente a lo largo de los años.

Gracias a la traición de estos sindicatos, de los últimos 13 años, en 10 de ellos no hemos visto subidas en las tablas salariales, acumulando ya más del 40% de pérdida de poder adquisitivo, y hemos visto cómo han devaluado a unas profesiones que requieren alta cualificación y que son de valor estratégico por el uso de las últimas tecnologías, hasta ser compensadas con salarios por debajo del SMI. El objetivo de la patronal de mantener profesionales cualificados en niveles de pobreza lo consiguen gracias a estos sindicatos, que además difunden la ideología de la derrota entre nosotros, con su propaganda de endulzar la pobreza, en lugar de insuflar conciencia y espíritu de lucha, haciendo que nos conformemos con subvenciones y limosnas para subsistir, mientras que la riqueza que generamos se acumula en manos de la patronal que los corrompe.

Incluso con éste panorama, la patronal aún no está satisfecha, pues su odio de clase y su ambición no tiene límites, y no va a parar mientras quede algo más que exprimir a los trabajadores. Para conseguir mayores cotas de explotación en nuestro sector, vemos que la patronal, para el próximo convenio, está utilizando a sus sindicatos, UGT y CCOO, que en sus campañas reivindican introducir la regulación sobre nuevos aspectos, como son las guardias, disponibilidades, los turnos, la nocturnidad, que no son más que propuestas que la patronal anhela legalizar, pero que estos sindicatos pasan como propias para así vender la traición como un logro. En este caso, en un convenio que firmará la patronal con sus propios sindicatos, la regulación, en lugar de suponer una mejora, es sinónimo de legalización del abuso. Y es la vía en la que van a imponer un nuevo modelo de producción donde los sindicatos traidores entregaran en bandeja todo nuestro tiempo a disposición de los empresarios, en régimen de 24x7, reduciendo la compensación económica a cambio, y negando cualquier tipo de conciliación posible.

No nos debe quedar la menor duda, de que si la patronal firma un convenio donde la movilización ha sido inexistente, es porque va a salir fuertemente beneficiada. Para la patronal el tiempo juega a su favor, gana mientras no se actualice el convenio, con lo que no tiene necesidad de firmar nada que no le interese. Por contra, la patronal sólo firmará un convenio que vaya en contra de sus intereses, y por tanto que mejore la situación de los trabajadores, cuando los trabajadores forcemos con nuestra movilización, y vean en nuestra determinación la posibilidad de que su negocio se vea arrastrado a más pérdidas que las que el convenio a firmar les supondría. Y en esa situación, la patronal se apresurará a firmar las pocas concesiones que le pidamos, antes de que perdamos definitivamente la paciencia, y nos hagamos conscientes de que los trabajadores no necesitamos a los empresarios y eso nos empuje a eliminar su posición privilegiada definitivamente. Antes de eso, de atisbar la posibilidad de perderlo todo, la patronal se arrastrará a conceder lo poco que pedimos, que no es más que vivir dignamente de nuestro trabajo. Sólo así la patronal dará algunas concesiones, para asegurarse seguir siendo la que acumula la mayor parte de la riqueza que producimos nosotros.

El primer paso

La participación de los trabajadores en la negociación colectiva con la patronal se fundamenta en la representación emanada de las elecciones sindicales en cada centro de trabajo dentro del sector. Con la actual mayoría de estos sindicatos traidores en el sector, surgida de las urnas, la negociación colectiva está secuestrada por la patronal y la posibilidad de decidir de los trabajadores en nuestras condiciones de vida, se convierte en la posibilidad de que unos cuantos sindicalistas corruptos vendan su deterioro a cambio de migajas para ellos.

La firma del Convenio ya ha sido relegada por la patronal hasta después de conocer las próximas subidas del SMI del gobierno. En la actual composición de la representación sindical, favorable a la patronal, los trabajadores del sector estamos maniatados por los sindicatos que están al frente, por lo que llegamos tarde para impedir la traición de la firma del convenio.

Pero la negociación colectiva no se reduce únicamente al convenio del sector. En cada centro de trabajo y en cada empresa los trabajadores tenemos derecho también a la negociación de convenios propios de empresa. Y es en este ámbito donde los trabajadores podemos actuar de forma más inmediata para escapar a los retrocesos con que nos agreden en el Convenio sectorial.

Urge por tanto que los trabajadores arrebatemos a estos sindicatos traidores la representación sindical en nuestros centros de trabajo, dando cada uno de los trabajadores el paso para organizar candidaturas alternativas a UGT y CCOO, que tengan como premisas, primero, la toma de decisión por el conjunto de los trabajadores en asamblea, en lugar de en los despachos de las cúpulas sindicales corruptas, y segundo, la movilización como fórmula para presionar en la negociación.

Al dar esta primera batalla contra estos sindicatos en nuestros centros de trabajo, y organizándonos entorno a un sindicato de clase con el que acumular fuerza, alternativo a los sindicatos patronales, estamos rompiendo el primer escollo tras el que se parapeta la patronal, y bastón sobre el que sustenta la precariedad y sus beneficios, y de está forma acumularemos peso en la representatividad dentro del sector, con el que en un futuro próximo los trabajadores tendremos la presencia en la negociación del convenio sectorial que hasta ahora estos sindicatos nos niegan.

Coordinadora TIC de la Alternativa Sindical de Clase (ASC)