En la asociación de vecinos que presido, todos los viernes recogemos el aceite usado del barrio. Tanto de cocina como de los talleres. Rosa es la encargada de recordar a la gente puerta a puerta que es el día de recogida. Tiene 86 años, todo energía. Mauro da charlas y nos guía, es auditor medioambiental jubilado.
El aceite lo introducimos en bidones reutilizables con sus etiquetas identificativas, de eso se encarga Merche la más hippie de la organización, un beso, eres un amor.
Tras la cenita y fiesta de celebración con todos los vecinos que aportan su granito de arena cargamos el aceite en la planeadora del Rulas. Pepinaco de 6 motores gasofa con plomo. Vamos donde suelen jugar los delfines y les tiramos el aceite usado a la cara. Vaya risas cuando se enteren los vecinos.
¿Y tú qué haces?