Hay patologías que no vienen solas, porque suelen acompañarse de vergüenza, rechazo social, miedo, falta de autoestima y, al final del camino y en no pocas ocasiones, de aislamiento y depresión. Una de esas afecciones es la incontinencia, una gran desconocida para la mayoría, pero que afecta a muchas más personas de las que podrían imaginarse.