Los bulos, rumores, cotilleos, las fake news en general, no son un invento de nuestro tiempo. En realidad llevan existiendo desde hace miles de años porque a todos, en mayor o menor medida, nos gusta creer en la posibilidad de que esas historias morbosas que escuchamos puedan ser verdad. Como no podía ser de otra manera, la antigua Roma también estuvo plagada de todo tipo de habladurías