Nacida para defender la desembocadura del Tíber y el acceso a Roma, Ostia Antica fue una ciudad antigua en la costa del mar Tirreno. Su función capital era ser el puerto de Roma. Ostia deriva del latín Ostium, puerta, boca del río, entrada o salida, en definitiva entrada para las mercancías que llagaban a Roma, y salida al mar del río Tíber.