El 2023 no fue un buen año para Vox, ni en lo electoral ni en lo económico. Sin embargo, su fundación, Disenso, no notó el bache porque siguió recibiendo del partido las mismas cantidades que ingresa desde su nacimiento e incluso se permitió gastar más dinero en salarios, gastos de la actividad y contratos con terceros. Las estrecheces del partido no tuvieron reflejo en la fundación que ideó y creó en 2020 Santiago Abascal junto a su mano derecha, Kiko Méndez Monasterio, y que vive de las subvenciones que recibe de Vox.
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