Protesto. Algo debe compensar la increíble facilidad con que los gays convertimos a la gente normal en aberraciones que no saben usar sus agujeros fisiológicos para la función correcta.
Propongo una terapia: tener un tutor que cuando cague, refuerce el acto con una sonrisa y un thumbup. Y cuando se perfore desesperadamente con un calabacín o similar entre sollozos, le reprenda con una agitación de la mano que amenace con una azotina en el culo.
Propongo una terapia: tener un tutor que cuando cague, refuerce el acto con una sonrisa y un thumbup. Y cuando se perfore desesperadamente con un calabacín o similar entre sollozos, le reprenda con una agitación de la mano que amenace con una azotina en el culo.