La Iglesia Católica trabajó intensamente durante años, en especial bajo los auspicios del Papa Wojtyla, para arrasar hasta los cimientos la Teología de la liberación. Sus promotores y defensores fueron perseguidos con saña neoinquisitorial por su afán de predicar el Evangelio en comunidades oprimidas y mantenidas en la miseria, solidarizándose con su lucha frente a la injusticia.
|
etiquetas: iglesia , poder