Cada vez que el PP se las quiere dar de moderado, Vox lo aborta. Porque Vox es el hijo a la ultraderecha del PP que el PP dejó que naciera y ahora le devora. La última ha sido la medida antiabortista del vicepresidente ultra de Castilla y León, García-Gallardo, que quiere que las mujeres escuchen el latido del feto y vean una ecografía 4D antes de decidir si interrumpen su embarazo. No les parece suficiente el trauma que el aborto les puede provocar, quieren traumatizarlas con chantaje emocional y coacciones. La idea no es solo de Vox, forma pa
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