El gobernador de Jujuy estrenó la nueva Constitución con un feroz operativo represivo que apeló a policías infiltrados y autos sin patente. Más de sesenta detenidos y decenas de heridos. Gerardo Morales culpó al kirchnerismo y fue avalado por la conducción de Juntos. El gobierno nacional le exigió que “cese la violencia”. Continúan cortes y movilizaciones
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