Cada vez se destina una partida presupuestaria menor a sostener, reforzar y ampliar la sanidad pública. No sólo se trata de un incremento progresivo del presupuesto que no llega a cubrir el déficit adquisitivo de los centros hospitalarios, sino que no hay inversión suficiente como para que la salud pública pueda contratar el necesario personal y recursos que necesita para cubrir la demanda social existente. En consecuencia, el nivel de la sanidad pública se va degradando poco a poco. ¿A quién beneficia tal degradación?
|
etiquetas: debacle , sistema sanitario español , capitalismo