Existía desde la Edad Media la Santa Hermandad como cuerpo de soldados que iban en cuadrillas y que debían velar por los delitos que se cometían fuera del recinto de las ciudades. Si no actuaban a tiempo, los malhechores quedaban impunes, por lo que su retraso llegó a ser objeto de crítica y lamento proverbial. Como su uniforme llevaba las mangas de color verde, dio lugar a la mención expresada en la paremia.