(NdR.- ¡Olvidemos los HdPs, gilipollas o cabrones clásicos, si tienes que insultar, hazlo con clase y estilo!) El insulto, como de su etimología se desprende, es siempre un asalto, un ataque, un acometimiento. Es término derivado de la voz latina assalire: saltar contra alguien, asaltarlo para hacerle daño de palabra, con claro ánimo de ofenderlo y humillarlo mostrándole malquerencia y desestimación grandes, y haciéndole desaire. Pancracio Celdrán es profesor, periodista y escritor murciano de múltiples libros y artículos sobre cuestiones lingüísticas e históricas. El libro es en…