Dicho equivalente al “erre que erre” en materias que, a sabiendas que están equivocadas, se siguen manteniendo.
Fórmula de vida utilizada por los hidalgos españoles del siglo XVI, con la que presuponían mantener su honor.
Nunca un caballero desenvaina y pide disculpas, aunque se equivoque. Pero lo grave de esta gallardía no es el hecho de equivocarse, lo peor es
mantenerse en el error a sabiendas.
Visto en www.meneame.net/story/imputan-mano-negra-supremo-perdio-cuatro-denunci