Un lobo fue atropellado en una carretera nacional en Israel y ningún conductor hizo nada al respecto, así que, el mismo se fue al borde de la carretera al punto de morirse y con una pierna rota, muy dolorido. Él no habría sobrevivido tanto tiempo en este estado pero afortunadamente un conductor que pasaba por allí lo recogió y lo llevo hasta un veterinario. Le apodaron con el nombre de Oliel.