estamos dentro de estructuras vecinales, y vamos a tener que seguir conviviendo. Muchas veces lo que hay es una falta de comunicación, de empatía, que el otro conozca el daño que te está haciendo, que lo vea, que sea consciente. En algunas ocasiones, nos dicen que es imposible. Nosotros le indicamos que, por ejemplo, pueden poner una grabadora en su casa, de las que salten cuando hace el ruido y se lo enseñan al dueño. O poner una cámara, que le va a dar la realidad de cuando no está en casa. A lo mejor al dueño también le molesta y ya se cuida