No sé si ya era así y me he dado cuenta progresivamente, o si Menéame ha ido cambiando, o ambas cosas, pero ahora no creo que Menéame sea diferente. La única diferencia es de tipo agentivo: lo que en El Mundo se hace bajo la dirección de una sola persona, llamada Pedro J. Ramírez, que conscientemente selecciona los pedazos de realidad que le interesan y oculta lo que es revelante pero no le conviene, en Menéame se hace por una masa agregada que, por dinámica autogenerada, crea un discurso que retroalimenta sus puntos de vista y expulsa de la «realidad oficial» los puntos de vista que no concuerden con ella.
#perdoneuperoalguhohaviadedir